Música
19 de Septiembre, 2024

Alfredo Perl, en esperado y triunfal regreso

Por Jaime Torres Gómez

Desde la pre-pandemia que no se veía al destacado pianista chileno Alfredo Perl, radicado hace varias décadas en Alemania, siendo posible asistir a su reciente presentación no precisamente en Santiago, sino en la magnífica Aula Magna de la Universidad Federico Santa María, en Valparaíso.

Curiosamente, dada la importante trayectoria de Perl -uno de los más grandes pianistas surgidos en Chile-, poco (o nada) se explica su larga ausencia en la capital, y que su regreso se haya factibilizado en regiones (presentaciones previas en Concepción y Rancagua), dando cuenta de su empeño en convocar a artistas de valor en sus territorios, y reafirmando que “Santiago no es Chile…”.

Con una importante carrera internacional, incluyendo presentaciones junto a famosas orquestas más una vasta y premiada discografía, Perl es sinónimo de gravitante solvencia artística e intelectual, firmando interpretaciones que no dejan indiferentes a las audiencias y crítica especializada. Asimismo, alabada ha sido su expansión al campo de la dirección de orquesta, y en especial su labor como titular de la Orquesta de Cámara de Detmold.  

Importantes han sido sus contribuciones beethovenianas (de gran recuerdo la integral de los conciertos para piano junto a Juan Pablo Izquierdo y la Orquesta de Cámara de Chile, asimismo su extraordinaria grabación de la integral de las 32 sonatas, volviendo a grabarlas luego de varias décadas).

Y justamente el programa en Valparaíso -casi llenando la amplia capacidad del Aula Magna de la USM- contempló parte de sus “caballitos de batalla”, con las tres últimas Sonatas de L.V. Beethoven, presentación que mostró a un Perl en completa madurez artística y en un estadio de inestimable sitial de grandeza

Del todo acertado haber agrupado estás últimas sonatas, dándose debida organicidad conforme al carácter de las mismas, de inminente serenidad y retrospectiva mirada, propio de las últimas obras del compositor. De hecho, esta tríada fue escrita poco después de la “alocada” (y sin duda fascinante) Hammerklavier, esta última de plena madurez y punto de inflexión hacia nuevas exploraciones sonoras más una soberana libertad formal conforme los cánones de la época, plasmando un raro estadio espiritual y metafísico. Y en el caso de las tres posteriores (N°30 Op.109, N°31 Op.110 y la N°32 Op.111), no obstante, su intimidad, a la postre reflejan un verdadero auto da fe, con una apabullante riqueza de ideas y de insospechadas proyecciones globales. 

Perl, en plenitud artística y servida de consumada técnica de ejecución, entendió a cabalidad la trama interna de cada obra, develando, sin tropiezos, su carácter inspirante. Impactante la cantabilidad de las frases, la administración del rubato como un soberbio sentido del contraste, amén de una meridana claridad en auscultar las “voces internas” del discurso musical. Inapelablemente, una experiencia única e irrepetible, y sin duda de lo más sólido presenciado este año. Ante el estado de paroxismo de la audiencia…, con magisterial autoridad, Perl accedió ofrecer de encore una impactante lectura del Intermezzo Op117 N°2 de Johannes Brahms, dando completa coherencia a la totalidad del programa.

En suma, un largamente esperado y triunfal regreso de Alfredo Perl, dando relevancia al potencial convocante de las regiones ante la solidez de importantes propuestas artísticas…