Artes Visuales
12 de Noviembre, 2020

Beaton y Huici

Por Ernesto Muñoz

Los cambios en los últimos cien años, en todo orden de cosas, han sido de tal magnitud, que bien pocos se los habrían podido imaginar, cuando todo se inició. La revolución industrial traería aparejada, los cambios en la forma de vivir. Cambios en la concepción de la arquitectura y de las urbes. La aceptación de la abstracción en el arte. La llegada de la tecnología a la vida cotidiana, a los medios de transporte y con ello el acercamiento de las distancias.

Los muros altos y sombríos tapizados de papeles murales de intrincado diseño y predominando el color café, la luz considerada inoportuna sellada con vidrios catedrales de colores ámbar, verdosos o azules. Los techos con frescos pegados impresos en telas. Los vitroux en las ventanas atajando a la luz. los cortinajes de géneros gruesos y colores sombríos apoyando la oscuridad. Los muebles de contextura pesada, grandes invasivos para achicar los espacios. Las alfombras pesadas de diseños orientales de colores lóbregos sobre pisos de maderas pulidas y brillantes, queriendo demostrar aseo. Los cuadros de familiares colgados dignamente en las paredes a media altura, recargados de marcos dorados y las lámparas de lagrimas con luces tenues. La luz que agoniza…

Pero, este concepto de decoración habría de fenecer, con la imposición de un estilo presente hasta nuestros días, que envió al olvido a toda esa fatuidad y trajo consigo una simplificación en nuestra cultura, en la concepción del estilo de vida. Los muros se pintaron de blanco para atraer la luz, los vidrios se hicieron transparentes, las lámparas de diseños simples y muy luminosas, los pisos fáciles de limpiar, los muebles buscando la utilidad en su uso.

Todos estos cambios fueron propuestos y aceptados por una mujer chilena: Eugenia Huici. Que tuvo el privilegio de vivir en Paris desde los inicios de la gran transformación en el mundo del arte y compartir con todos los protagonistas de las propuestas que se materializaron en obras revolucionarias en un mundo que caía frente a las presiones sociales y culturales.

Eugenia Huici de Errazuriz, (1860 -1951) fue una mujer querida, respetada y admirada por un mundo intelectual que posteriormente fue reconocido y valorado en la historia del arte contemporáneo. Se le menciona como la mayor influyente en la decoración interior, que es de uso habitual en nuestra cultura occidental. Confortable, de diseños simples, de colores vivaces y en síntesis que puedan personificar a los habitantes de la propiedad.

Eugenia Huici, fue modelo de casi todos los pintores de su estancia en Paris. Sus retratos forman parte de las colecciones de arte privadas. Un caso singular fue su encuentro con Sir Cecil Walter Hardy Beaton(1904 - 1980), el fotógrafo retratista oficial de la familia real británica, modisto y diseñador de interiores. En lo  más sobresaliente de su extenso currículo, figura el haber sido ganador de dos premios Oscar de Hollywood, por sus diseños de vestuarios en exitosas películas de los años 50 del siglo pasado. 

Beaton, publicó el año 1954 el libro El Espejo de la Moda (The Glass of Fashion), de un inusitado éxito editorial, que ha sido reeditado numerosas veces, y constituye un referente para las personas que se dedican a las diversas actividades relacionadas con la moda, desde la fotografía artística al diseño. En este libro, Beaton le dedicó quince paginas a Eugenia Huice, donde comenta los cánones de decoración de quien con la perseverancia y estilo innovó en el concepto de decoración de la vivienda de muchos millones de personas en el mundo…su efecto en el gusto de los últimos cincuenta años ha sido tan enorme que toda la estética de la decoración interior moderna y muchos de los conceptos de simplicidad, admitidos mayoritariamente hoy, pueden ser desplegados en su extraordinario umbral. En las paredes blancas, Picassos abstractos sin marcos; en las ventanas, cortinas de lino a rayas azules y blancas, fresquitas, con cara de recién lavadas, y el diván y las sillas tapizadas con género de algodón color índigo.