Música
29 de Septiembre, 2021

Feliz reencuentro sinfónico

Por Jaime Torres Gómez

Literalmente, para el suscrito estas líneas reflejan un reencuentro con la crítica musical desde el comienzo de la pandemia, luego de una sistemática labor por dos décadas en este oficio...

Destacar lo anterior obedece a una profunda necesidad por compartir del alicaído estado anímico imperante a lo largo de esta traumática crisis sanitaria. De hecho, vivir en “modo Covid” aún genera inevitables interrogantes a todo nivel, no obstante los favorables resultados del manejo pandémico.

Las artes escénicas y musicales en Chile, a diferencia de otros países, han desfasado -quizás en exceso- su rearticulación, permitiéndose felizmente ahora las presentaciones con público. Sin embargo, ante un inevitable realismo, se requiere una adecuación programática capaz de equilibrar una oferta y demanda que logre sustentar o viabilizar los distintos proyectos artísticos existentes.

En el ámbito de las instituciones musicales doctas, a lo largo de la pandemia han existido diversas e ingeniosas actividades, demostrando la mayoría de las mismas una irrefrenable voluntad por mantenerse vigentes, y siendo el caso de la decana Orquesta Sinfónica Nacional de Chile un importante referente de continuidad operativa.

Así, desde agosto, la Sinfónica ha ofrecido una serie de presentaciones con público y difundidas a través de su canal de internet, pudiéndose seguir virtualmente el desarrollo de las mismas, y de manera presencial el último concierto de septiembre en el Teatro de la Universidad de Chile. Con un orgánico de 54 músicos -el mayor de todas las presentaciones en pandemia- contempló un “cóctel” de piezas relacionadas con el género operístico (oberturas, preludios, danzas, etc.). 

Dirigida por el ascendente director chileno Pablo Carrasco, habitual colaborador de la Sinfónica, la agrupación dio cuenta de su actual estado, tanto de sus fortalezas históricas como de algunas falencias propias ante la falta de entrenamiento para formatos numéricamente grandes, situación extendida a buena parte de las orquestas profesionales.

Importante destacar el trabajo de Pablo Carrasco, con inteligentes enfoques musicales globales, privilegiando una debida claridad armónica, generosidad expositiva de las líneas melódicas, esmerados balances (considerando una mermada cantidad de cuerda para algunas obras) y progresiones expresivas -en momentos- de arrojados riesgos interpretativos… 

Momento emotivo fue la dedicatoria del maestro Carrasco y la Sinfónica al gran cantautor nacional Patricio Manns, fallecido pocas horas antes de la presentación, dando cuenta de su gravitante transversalidad.

De los resultados, se destaca una cohesionada Obertura de “Ruslán y Ludmila”, un mortecino y desajustado Preludio del Primer Acto de “La Traviata”… , un grueso enfoque de la Obertura de “La Flauta Mágica”, una animada versión de la Obertura de “El Barbero de Sevilla”, un vigoroso Intermezzo de “Cavalleria Rusticana”, una idiomática versión de la Obertura de “El Murciélago”, una excelente versión de la Suite de la ópera “Carmen” y una deslumbrante Bacanal de “Samsón y Dalila”.