Desde el 8 hasta el 31 de agosto, de jueves a domingo, se presentó en el Centro Cultural Matucana 100, y específicamente en su microsala, la obra de danza y multidisciplinar, “Kiltras” de la Compañía Danza JAM, comandada por Jennifer Alegría.
Esté elenco ya nos tiene acostumbrados a un lenguaje y temáticas bastante especiales para cada uno de sus montajes, y así lo fue con “Animal Print” en agosto del 2022, una obra de danza y música, para padres y niños, que abordaba el bullying de género, y sus personajes eran animales mitológicos, como el ave fénix, el dragón dorado, la esfinge, entre otros. Luego en julio del 2023, mostró “Trans-Fusión”, obra que la hizo merecedora del premio a “Mejor creación de danza contemporánea” por parte del Círculo de Críticos de Artes de Chile, donde embestían sobre un cuadrilátero seis cuerpos trans, que daban riendas sueltas a todos sus conflictos, represiones y emociones. Hoy llegó el turno de Kiltras, y como las anteriores, también se estrenó en este Centro Cultural ubicado en la comuna de Estación Central.
La obra pretende mostrar en no más de 60 minutos, y que las autoras denominan stand up dance, el amor que profesan por los animales. En una mezcla de lenguajes que transita desde el stand up comedy, performance, danza, video y teatro, y que van apareciendo en el transcurso de cinco actos denominados, “Vuela alto”, “Momentos”, “Homenaje”, “Ley Cholito” y “El ladrido oficial”, títulos que también son proyectados en el telón de fondo, para dar inicio a cada cuadro. Yo por mi parte asistí a la antepenúltima fusión realizada el jueves 29 de agosto.
Si bien la obra en su primer cuadro “Vuela alto” es bastante abyecto o singular, y lo digo principalmente, porque es suficientemente exagerada llegando hasta el absurdo, ya que transita primero en el despido o acto de ceremonia del adiós por tres estados. El solemne que peregrina en la glorificación del despedido, el segundo en el psicosomático del dolor, por el hecho de corporizar esta situación, y el último en la exageración del dolor “duelo exagerado o patológico”, pero en este cuadro, más suena a una burla para los que tenemos esa particular relación con la perdida y en este caso con nuestras mascotas-hijos. Y aquí quiero detenerme para dar datos duros o datos verificables para demostrar esa relación humano-animal.
En diciembre de 2021, se realizó un estudio del “Programa Mascota Protegida” realizado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere), que a través, de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Católica de Chile, sobre la base de 17.458 hogares de 35 comunas, pudo determinar que en Chile existen 12.482.679 perros y gatos con dueños, que tienen un alto vínculo con su familia y la principal razón para tener una mascota es tenerla de compañía (89,1%) y 92,1% fue considerada como miembro de la familia y motivo de felicidad para ellas, Esto demostrando que ellas (las mascotas) son parte importante de nuestras vidas.
¿Por qué no poder gritar sin apocamiento y decir lo significativo que son en nuestras vidas?
Creo que debemos respetar esa relación humano-animal sin temor, y pensando en la obra siento que eso mismo querían mostrarnos.
Lo que sí puedo afirmar, es que es una propuesta bastante inteligente, donde se ve el trabajo de creación y propuesta. En la cual las intérpretes arriesgan y se enfrentan a grandes desafíos que nos son propios de la cotidianidad de una intérprete en danza como son Jennifer y Daniella, que comparten la idea, dirección y la interpretación de la pieza. Y que fueron muy bien asesoradas en stand up comedy y acompañamiento escénico por Yolanda Carmín y en asistencia teatral por Javiera Solano.
Por otra parte, en la obra nos encontramos con temas como “Se me enamora el alma” de Isabel Pantoja, “Como yo te amo” de Raphael, “Yo Quiero Bailar” de Ivy Queen, “Mueve, Mueve” de Juan Antonio Labra, hasta el archiconocido “El Baile del Perrito” de Wilfrido Vargas, entre otros temas pegajosos, que dan reafirmación a la idea y de responsabilidad de Simón Flores en la composición sonora y producción musical y de Octavio O ‘shee, en sonido y composición.
La realización de escenografía es de responsabilidad de Tobías Díaz, que da esa sensación de estar frente a una obra espectáculo con todos los elementos que lo integran y por su parte el vestuario de marcela Muñoz, complementa la idea.
Dentro de la obra y para finalizar la pieza, nos encontramos con la composición de la canción “El ladrido Oficial” que cantan Jennifer y Daniella, de la autoría de la destacada creadora Carolina Holzapfel, junto a las dos protagonistas, que es bastante vivencial, graciosa y real. Y que hoy podemos encontrar en YouTube con el mismo nombre, en el canal de Danza JAM.
En definitiva, es una obra que busca provocar a través del humor, que a veces es bastante negro, contada en primera, segunda y tercera persona, con gestos perrunos en ocasiones, pero que se podrían aplicar a cualquier relación humano-animal, lo que si queda claro, es que Kiltras, visualiza esa hermosa relación con nuestros pares menores.
Fotografías de Luis Zamora.
